Hacer tus propios jabones naturales puede ser muy beneficioso para tu piel. Y como todo lo que haces con amor, conlleva unos beneficios mucho más altos de los que pudieras esperar. Por que no sé vosotros, pero en nuestra casa no faltan jabones distribuidos por todas las habitaciones. El olor que desprenden es tan rico que es rara la estancia que no tenga algún jabón en una pequeña bandejita.
Sólo necesitas 3 ingredientes básicos para que tus jabones naturales comiencen a hacer todo su trabajo: agua, aceite y sosa caústica.
Tu cuerpo, y el órgano más grande que tenemos, la piel, te lo agradecerá infinitamente, haciendo que desaparezcan los picores, eczemas y demás molestias asociadas al uso de los jabones con exceso de químicos y tóxicos.
Los jabones naturales están compuestos de 3 elementos fundamentales: aceites o mantecas, sosa caústica y agua.
Aquí te ayudaremos a realizar tu jabón natural paso a paso desde cero, de manera fácil y sencilla. Si al principio te resulta un poco difícil comprender el tema de las formulaciones, y la cantidad de ingredientes, sigue al pie de la letra nuestras indicaciones y no tendrás margen de error. ¡Ya verás que es muy sencillo!
Jabón natural casero: guía para principiantes
El jabón es la combinación de medio ácido con un alcalino. Además de esta base, si lo quieres personalizar, puedes añadir a tu jabón otro tipo de ingredientes como aceites esenciales, colorantes o semillas. De esta manera, conseguirás un jabón natural personalizado y único para tu piel.
Empecemos por el principio, porque así explicado es como que nos suena a chino. El ácido utilizado para hacer jabón es un ácido graso, en forma de aceites o mantecas. Pueden ser aceite de oliva, de coco, de jojoba, de almendras dulces, o mantecas como la de Karité. Todo depende de las propiedades emolientes e hidratantes que quieras dar a tu jabón.
El alcalino que utilizamos es sosa caústica y agua para disolverla. En cuanto a este ingrediente, ya sabes que has de extremar las precauciones para evitar accidentes. Es un producto muy corrosivo y cuya utilización requiere el máximo cuidado.
¿Qué necesitas para hacer jabón natural casero?
¿Qué es la saponificación en frío?
Una de las razones por las que es conveniente hacer tus propios jabones naturales es porque estos realizan la saponificación en frío. De esta manera, aseguras que los aceites, mantecas o esencias que añades a tu jabón, conservan al 100% sus propiedades naturales.
La mayoría de los jabones que compramos, por el afán de economizar en tiempo y dinero, realizan la saponificación en caliente, con lo que destruyen los beneficios que los aceites o mantecas del jabón pudieran tener en nuestra piel. La consecuencia son unos jabones irritantes y que alteran el ph de nuestra dermis.
Dependiendo del aceite o la manteca que decidas incluir en tu jabón, necesitarás una determinada cantidad de sosa caústica para que se produzca correctamente la saponificación, y se convierta en tu fabuloso jabón. Si hay más sosa de la que debiera el jabón será muy irritante para la piel, y si por el contrario te quedas corto, nuestro jabón será demasiado blando e inconsistente.
Normalmente, la proporción correcta es un 60/40. 60% de aceites blandos combinados con un 40% de mantecas sólidas.
