
Hacer jabón de leche de cabra casero es una de mis pasiones. No sólo este tipo de pastillas de jabón de cabra, sino cualquiera de los jabones de leche, son altamente cremosos y suaves con la piel, además de desprender un aroma a limpio muy agradable.
He formulado este jabón con un porcentaje muy alto en aceites líquidos, porque no quería un jabón que produjera demasiada espuma. Ya sabes que esto hace que se reseque más la piel, así que un jabón para pieles delicadas, especialmente rostro y manos, no tiene que ser tan espumoso para cumplir su función de limpieza.
Espero que te guste, y si quieres que hagamos un jabón de leche de cabra específico para el cuerpo, un poco más espumoso, déjalo en comentarios, y lo haremos.
Ingredientes de este jabón de cabra
Primero os voy a enseñar cómo se hace el jabón de leche de cabra natural o casero con sosa. Este tipo de jabón es un poco más elaborado que el de glicerina que veremos después. Así que, como todos los jabones en los que trabajamos con sosa, debes de protegerte de manera adecuada, ojos, nariz y manos, ya que la sosa es un material que alcanza grandes temperaturas y produce vapores que no debemos respirar.
En cuanto a los ingredientes de este jabón de leche de cabra, debes saber que los jabones artesanales son como la repostería. No es conveniente cambiar los ingredientes ni sus cantidades, porque el tipo de jabón o el resultado final no será el mismo que el de la receta.
Los jabones artesanales son muy sensibles a los cambios, así que cualquier cambio en los ingredientes, te recomiendo que vayas a una calculadora de jabones, como esta Soap Calc y añadas tus propios ingredientes.
- 190,00 gr Agua destilada, hervida o de lluvia
- Leche de cabra en polvo
- 65,36 gr Sosa caústica
- 250 gr Aceite de oliva
- 100 gr Aceite de almendra
- 25 gr Manteca de Karité
- 100 gr Aceite de coco
- 25 gr Aceite de rosa mosqueta
- 15,50 gr de fragancia
Cómo se hace el jabón de leche de cabra
Cuando comencé a hacer el jabón de leche de cabra empecé con esta receta, añadiendo la leche de cabra en polvo al agua. Pero cuando volví a hacerla, probé añadiendo la leche de cabra en polvo a leche de avena. Así conseguí que el jabón resultara más cremoso y untuoso, además de beneficiarme de las propiedades de la avena suavizantes y calmantes.
Aquí os he puesto la primera receta, pero vosotros podéis probar a sustituir la el agua por la leche de avena, o por leche de almendras. Lo que más me gusta de hacer jabones es que puedes experimentar las veces que quieras, y el resultado casi siempre será bueno.
NOTA: Siempre pesar todos los ingredientes antes de empezar a hacer el jabón.
Siempre tengo congelados cubitos para hacer la mezcla con la sosa, porque creo que contribuye a disminuir los riesgos de trabajar con este ingrediente. Además, si utilizamos leches o infusiones, evitamos que pierdan sus propiedades al alcanzar esas temperaturas tan altas. Como la mezcla no sube demasiado de temperatura al estar congelada, podemos hacer el jabón mucho más rápido.
Cuando tengamos preparada la lejía, ya con la sosa completamente disuelta, la mezclamos con los aceites. Siempre añadir la sosa al aceite, y la colamos por si quedara algún cristal de la sosa que no se hubiera disuelto. Verás que algunos de los aceites que vamos a utilizar son duros, así que lo mejor es que los hayas derretido un poco antes en el microondas, hasta que todos tengan la misma consistencia.
Es el momento en que tienes que utilizar la batidora para integrar todos los ingredientes, y conseguir la traza del jabón. Puedes hacerlo también a mano, pero es mucho más costoso, y te llevará mucho más tiempo. Conseguir la traza con la batidora es estar batiendo durante un par de minutos, y empezar a ver que se transforma en una especie de mahonesa o crema de natillas.
Es el momento de añadir el aceite de rosa mosqueta, y cualquier tipo de colorante, o aroma con el que queramos adornar el jabón. Recuerda que en este caso el aroma no puede superar los 15,50 gr.
Al añadir los aromas, la traza puede endurecer más rápidamente, así que tenlo en cuenta al verter en el molde.
Ten en cuenta que los jabones de leche no se deben abrigar. Únicamente tápalos con papel film, y déjalos durante 48 horas antes de desmoldar.
Después, una vez los hayas desmoldado, recuerda que no debes utilizarlos hasta pasados 40 días, cuando haya curado el jabón por completo.
Cómo hacer un jabón de leche de cabra orgánico
Si quieres que tu jabón de leche de cabra sea orgánico, sólo tienes que sustituir los ingredientes naturales anteriores por ingredientes orgánicos, como leche de cabra orgánica, o aceites esenciales orgánicos. Tan sencillo como eso, tendrás tu jabón de leche de cabra orgánico y natural, saludable y muy respetuoso con la piel de toda tu familia.
Cómo hacer jabón de leche de cabra con glicerina
El jabón de leche de cabra con glicerina es mucho más sencillo de hacer, porque lo único que tienes que hacer es cortar la glicerina en cubitos, y derretirla en el microondas o al baño maría.
- 120 gr de glicerina
- 3 cucharadas de leche de cabra en polvo
- 10 gotas del aceite esencial que prefieras
Una vez derretida, añade los ingredientes, y mezcla todo muy bien.
Puedes verter en los moldes, mejor si son de silicona, y una vez que el jabón se haya secado, puedes empezar a utilizarlo enseguida. No es como el jabón de sosa, que tienes que esperar a que se cure por 40 días.
Propiedades de la leche de cabra
La leche de cabra es uno de los ingredientes para hacer jabón que mayores beneficios aporta a la piel. Especialmente se ven mejoradas las pieles sensibles, y con dermatitis. Aporta hidratación y suavidad a la piel, y le aporta a la piel Vitaminas como la E, D y B, y Selenio, fundamentales para mantener la piel bien nutrida e hidratada, y a salvo de la sequedad producida por los cambios hormonales producidos por la edad.
Como la leche de cabra contiene AHAs, Alfa Hidroxiácidos que favorecen la renovación de las células de la piel.
Este tipo de jabón de leche de cabra artesanal es muy respetuoso con las pieles delicadas, porque gracias a los ingredientes utilizados conseguimos una formulación de jabón altamente hidratante, que produce poca espuma, por tanto poco agresivo en la limpieza, y muy respetuoso con el PH de la piel.
Si a todo esto añadimos los ingredientes como la leche de cabra, o la avena, nuestro jabón será ideal para las pieles muy reactivas.
