Hacía tiempo que buscaba la manera de hacer jabón de afeitar casero. He estado probando cosas, y cuanto más cremoso, y más espuma quieres que haga el jabón más difícil es conseguir la consistencia perfecta entre lo sólido del jabón y su uso.
Por eso, muchas de las opciones que veía son jabones en caja, porque este tipo de jabón es extremadamente cremoso, y cuanta más espuma quieres, más líquido es el resultado.
Quería conseguir un jabón de afeitar en pastilla, pero que tuviera la suficiente espuma como para resultar perfecto en el afeitado.
Jabón de afeitado casero
Un jabón de afeitado tiene que ser suave, y producir la espuma suficiente para que al pasar la maquinilla no se hagan cortes o se irrite la piel. Por eso, este jabón tenía que contar con un sobreengrasado suficiente como para hidratar bien la piel, y que la maquinilla deslizase con facilidad.
Además, el aceite de árbol del té le aporta frescura, y una capacidad casi mágica de curación. Es un aceite esencial antibacteriano, antifúngico, cicatrizante y con un aroma muy característico. No es necesario añadir mucha cantidad, porque es un tipo de aceite bastante potente.
El aceite esencial de menta aporta frescura y un aroma maravilloso, y el patchulí le da un toque masculino que complemente el resto de las fragancias.
Ingredientes del jabón de afeitado natural
- Agua destilada
- Sosa caústica
- Aceite de coco
- Manteca de Karité
- Manteca de cacao
- Cera de abeja
- Aceite de oliva
- Aceite de almendras dulces
- Aceite de árbol del té
- Aceite esencial de menta
- Patchuli
Cómo hacer jabón para afeitar
El primer paso, como siempre, es pesar todos los ingredientes que necesitamos para hacer nuestro jabón de afeitar casero. Como la mayoría de los ingredientes oleosos que vamos a utilizar son aceites duros, tenemos que integrarlos todos muy bien, para conseguir una mezcla uniforme. Esto lo conseguiremos poniendo los aceites al baño maría durante unos minutos.
Cuando tengamos fríos los ingredientes, los pasamos a la batidora de barillas, para batir los aceites. Sólo los aceites, sin nada más. Cuando veamos que comienza a verse un poco cremoso, bien batido, lo metemos de nuevo en el frigorífico para dejar enfriar de nuevo. Después de tener todos los aceites bien mezclados, necesitamos que enfríen, porque como ya te he comentado al principio, este jabón de afeitar se hace con los ingredientes oleosos fríos, pero no congelados, porque si no la mezcla de aceites estaría muy dura.
Después del baño maría, metemos nuestra mezcla de aceites durante una hora o dos en el frigorífico. No más, y es muy importante no pasarse con el tiempo, porque la mezcla resultaría demasiado dura, y prácticamente imposible de batir.
Cuando saquemos los aceites de la nevera, comenzamos con la mezcla agregándoles los aceites líquidos, de nuevo en la amasadora.
Es conveniente tener ya preparada la mezcla de agua y sosa, para después añadir más fácilmente a nuestra mezcla.
Seguimos con el batido de los aceites. En la amasadora estamos batiendo los aceites duros, pero bate añadimos poco a poco los aceites blandos que van a componer nuestro jabón de afeitado. Cuando los tenemos bien integrados es cuando hay que añadir la lejía poco a poco.
En este punto yo prefiero añadirla cuando la amasadora esté parada, porque me resulta menos estresante. Pero puedes hacerlo con la mínima velocidad y así vas integrando a la vez todos los ingredientes. Poco a poco verás que cambia la consistencia de la mezcla para convertirse poco a poco en la traza del jabón, un poco más cremoso, y con un aspecto de natillas, más bien blanquito.
Es el momento entonces de añadir los aromas, o cualquier tipo de colorante que quieras poner al jabón de afeitado. Yo no le he puesto ningún colorante, pero sí aceites esenciales para que tenga un toque más masculino.
El resultado es una mezcla muy cremosa, no tan líquida como otros jabones que hemos hecho, porque queda como una nata montada, o un chantilly. Así que es bastante difícil de poner en los moldes si no te ayudas de una espátula de repostería. A mí me gusta hacerlo en un sólo molde y después, pasadas unas horas, cortar los jabones y dejarlos curar por un mes o 40 días.
Este jabón de afeitado no necesita estar 48 horas hasta desmoldar. Con 8 horas tienes listo el jabón para sacarlo del molde y dejarlo curar por 40 días. No tienes que ponerle calor, porque es un jabón que sólo necesita que lo tapes con film y lo dejes enfriar.