Aprender cómo hacer jabón de avellana y Karité fue una de mis obsesiones durante mucho tiempo.
Trabajé en L´Occitanne en el Reino Unido, y desde entonces, el aroma de sus jabones marcó toda mi existencia 😉 La Lavanda, el Neroli, las rosas y por supuesto, la manteca de Karité y la avellana.
Por aquel entonces la marca destinaba una de sus líneas a la esencia de avellana, inconfundible e incuestionable. La combinación con la manteca de karité lo convertía en un aroma sutil, otoñal y confortable. Sabía que nunca iba a conseguir recrear ese perfume, pero seguí intentándolo mucho tiempo. Hasta que ha llegado el momento de mostraros esta maravilla de jabón casero de avellana y manteca de Karité, ideal para pieles sensibles y deshidratadas. Perfecto para jardineros y amantes de lo campestre. Vuestras manos quedarán como las de un bebé.
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Receta de jabón de avellana y Karité
El jabón de avellana y Karité tiene unas propiedades fantásticas para la piel, especialmente cuando las tenemos deshidratadas y han sufrido mucho. Tienen la capacidad de reconstituir la barrera húmeda de la piel, y les devuelve la suavidad y tersura que tenían. Además, si no eres especialmente fan de la avellana, puedes personalizar tu jabón de karité añadiendo la esencia que prefieras, porque lo importante es el fondo de karité.
Aceite de avellana
Además el olor tan rico del aceite de avellana, este producto aporta numerosos minerales a nuestra piel, además de contener vitaminas A y E poderosas hidratantes. Por eso, este aceite es tan efectivo para cuidar y suavizar las pieles más maltratadas, y devolverles la elasticidad perdida. Además, el aceite de avellana es rico en propiedades antienvejecimiento, y regenera la piel gracias a la vitamina E.
Manteca de karité refinada
La manteca de Karité es una de mis favoritas si se trata de cuidar la piel deshidratada.
Pieles maduras, o las que han sido sometidas a condiciones muy extremas, irritadas o sensibles, verán muy rápidamente los efectos milagrosos de este aceite súper hidratante. Además, como tiene alto contenido en triglicéridos, agentes fotoprotectores y antiinflamatorios, esta manteca ayuda a mantener tu piel joven durante más tiempo.
Gracias a la elaboración de este jabón de avellanas y karité, haremos un jabón específicamente creado para nuestro tipo de piel, y lo utilizaremos en cuando el proceso de saponificación haya concluído.
Ingredientes para hacer jabón artesano de aceite de avellana y karite
. Aceite de Coco: 226 gr
. Manteca de Karité refinada: 91 gr
. Aceite de Avellanas: 100 gr
. Sosa: 86 gr
. Agua destilada : 230 gr
. Aceite de oliva virgen,255 gramos
. Molde para tu jabón o pequeños moldes individuales
Necesitarás también
-Termómetro
-Guantes
-Mascarilla
Cómo hacer jabón artesano de avellanas y karite
Para hacer este tipo de jabones con sosa caústica, lo mejor es que trabajemos en un lugar al aire libre. Si no puede ser, es conveniente abrir las ventanas, porque al utilizar sosa caústica se van a producir vapores que no deberíamos respirar
Añade la sosa caústica al agua, de una sola vez, y remueve hasta disolver completamente. Una vez mezcladas, espera a que baje la temperatura de la lejía que se ha formado. Normalmente suele subir hasta los 80º, así que espera hasta que se temple como en la mitad de la temperatura.
El aceite de coco y el de palma deberás calentarlo ya que son unos aceites que se presentan sólidos.
Llega el momento de los aceites y mantecas, excepto del de avellana, que lo añadiremos más tarde. Añade aceites y mantecas a la mezcla anterior y pasa la batidora. Cuando la mezcla esté cremosa, como si se tratara de unas natillas, añade el aceite de avellana y remueve bien, esta vez sin la batidora.
Es el momento de añadir unas gotas de esencia aromática y mezclar todo muy bien.
Si quieres conseguir un jabón de varios colores como el mío, puedes repartir la mezcla en varios vasos y añadir a cada uno de ellos un colorante diferente, más claro u oscuro dependiendo del efecto que quieras conseguir.
Espera entre 24 y 48 horas antes de desmoldar tu jabón y cortarlo. Recuerda que debes esperar unos 40 días antes de comenzar a utilizarlo, cuando el jabón haya completado el proceso de saponificación.